miércoles, 25 de junio de 2014

PARA QUE DOSUBA SIGA SIENDO DOSUBA

El año 2007, con la llegada de APUBA a uno de los lugares de conducción formal de DOSUBA, marcó el inicio de un proceso de fuerte recuperación institucional para la obra social. Mejorar el funcionamiento y los niveles de eficiencia en el marco de una lógica de solidaridad, constituyó la línea de trabajo fundamental que nos planteamos a partir de aquel momento y que nos permitió avanzar concretamente en la mejora del servicio al conjunto de los afiliados. Miles de compañeras y compañeros pueden dar fe de estas afirmaciones.

Mayor rango de coberturas, mayores descuentos en medicamentos, mejora sustancial en el staff de prestadores y agilización de los circuitos administrativos fueron consolidando la realidad de una DOSUBA que llegó a posicionarse claramente por encima de los estándares de calidad de la gran mayoría de los servicios de salud, tanto públicos como privados.

Como era previsible, se fue registrando un importante aumento en la demanda de servicio de DOSUBA, a partir de la decisión de cada vez más afiliados o familiares de afiliados de abandonar otras coberturas de salud (prepagas de mucho renombre u obras sociales de diversa calidad de servicios) y utilizar nuestra obra socialasí como a partir del crecimiento en el uso de quienes ya accedían en forma habitual a sus servicios. Por supuesto que este aumento de la tasa de uso de los servicios de DOSUBA, aún siendo un favorable indicador de la calidad de servicio, también se fue constituyendo en una fuente de mayor consumo de los recursos económicos con que cuenta la obra social para solventar las prestaciones que brinda. Si más personas usan la obra social y si quienes ya la utilizaban incrementan su nivel de demanda de los servicios, más fondos necesita DOSUBA para funcionar.

A esta realidad que, insistimos, resulta lógica y previsible, se sumó una situación general del país que impactó en forma directa sobre DOSUBA. Los primeros meses de este año registraron un pico inflacionario que, aún a pesar del actual proceso de desaceleración de la escalada de precios, provocó un fuerte cimbronazo en la economía de la obra social a partir de la estampida en los valores de los insumos de salud –en particular en función de la enorme incidencia de los elementos importados en la constitución de esos precios.-.

Así DOSUBA, con los mismos ingresos desde agosto del año pasado que promedian los $ 400 mensuales por cada afiliado(recordemos que el único recurso de la obra social proviene de un porcentaje del salario, con lo cual está atado a las paritarias docentes y no docentes) se encontró frente a un escenario impensado que le trajo serias dificultades para afrontar los compromisos económicos que se generan a partir de las prestaciones habituales de este crecido universo de demandantes de servicio.

A partir de esta situación DOSUBA tenía dos caminos posibles: aumentar sus ingresos o disminuir sus gastos. Esta segunda opción implicaba desarrollar políticas que tendieran a disminuir la tasa de uso y para eso el único medio posible es la reducción de prestaciones y la baja en la calidad de los servicios, decisión que de ninguna manera podíamos aceptar.

En función de esto, y ante la necesidad de buscar alternativas que permitan sostener los niveles de prestación que DOSUBA ha venido alcanzando y que los trabajadores universitarios pretendemos que se mantengan, el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires ha dispuesto un plan de contingencia que haga posible equilibrar la situación económico-financiera de la obra social. Para ello se ha dispuesto, a partir del 1º de junio,  la sustitución del  “Seguro de Trasplante” por un “Seguro de Trasplante y Alta Complejidad” que se descontará a todos los afiliados titulares (docentes, no docentes y autoridades superiores). Para el caso de los compañeros y compañeras no docentes, la deducción se practicará de acuerdo a la siguiente escala:

Categoría 7 y 6: $ 100 (cien pesos) mensuales
Categoría 5 y 4: $ 150 (ciento cincuenta pesos) mensuales
Categoría 3 y 2: $ 200 (doscientos pesos) mensuales
Categoría 1: $ 250 (doscientos cincuenta pesos) mensuales

Este escalonamiento diferenciado apunta a distribuir la carga del subsidio en función de la realidad de ingreso de cada categoría. Cabe señalar que el nuevo Seguro se descuenta SOLAMENTE a los afiliados titulares, independientemente de cómo esté integrado su grupo familiar. 

Con este recurso extraordinario y solidario, DOSUBA recupera su capacidad de hacer frente a la demanda que hoy recibe y está en condiciones de sostener los niveles de eficiencia que las trabajadoras y los trabajadores de la Universidad de Buenos Aires necesitamos y le seguiremos exigiendo.

Buenos Aires, junio de 2014.

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